domingo, 22 de abril de 2012

El infierno no es tan malo.

Mucha gente piensa que 98 millones de euros hacen que ames a un club pero todos sabemos que no es verdad.

Hace cinco años el mundo pegó un giro para mi, podríamos decir difícil de aceptar. Y de hecho lo es.

Todo el mundo tiene sus debilidades y la mía tiene nombre y apellidos: Real Valladolid.

Bien es cierto que hasta ese día nuestro destinos nunca habían estado unidos y de verdad nunca pensé que un chico de Cáceres se pudiera unir a el devenir de un club lejos de su lugar natal.

Cuando pisé por primera vez Valladolid sentí que allí estaría agusto pero nunca pensé que me pudiera enamorar de sus calles y más aún de su equipo.

Muchas son las cosas que os podía contar sobre el Real Valladolid, pero quizás todas aburridas, pero si una en especial.

Era el día del Barça vs Madrid. Mi fisio me había dicho que si me iba con él y sus amigos a ver el partido. Me puse la camiseta de Cuenca y acepte.

El resultado del partido era lo de menos. Llegué a casa y me disponía a escribir, cuando un tweet de @rubopucela me llamó la atención.

Lo abrí y me puse a leer. ¡Maldita la hora!. Llevo aún hora y media llorando y sin saber como hilar dos palabras seguidas para dar algo de sentido a esta entrada.

Frases y palabras que llegan al corazón, más incluso de personas que aún no he tenido el gusto de conocer y que te abren su alma para decirte ánimo.

Nunca se me dio muy bien escribir, soy de ciencias puras, pero siempre intento plasmar lo que siento.

A estas horas 3.45 de la mañana lo que me apetece escribir es esto:

PUCELA TE QUIERO! GRACIAS AMIGOS Y NOS VEMOS EN PRIMERA!

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