Siempre quise ser Máximo

He perdido la cuenta de cuantas veces he leído en la pantalla Germania y he escuchado "General", "General". Quizás 40, quizás 50 o quizás más. No me puedo resistir a ver la película cada vez que la echan en algún canal de televisión y porque no reconocerlo, también alguna más que yo me he puesto. Lo que descubrí desde mi primer visionado es que yo quería ser Máximo. Sí, sé que muere pero muere luchando por lo que siente. Siempre quise ser él.

Siempre quise ser el héroe de alguien, ser el gladiador que tenía más poder que el propio emperador, ser el hombre al que aclamaran las masas. Difícil meta me puse y más sabiendo que acabaría "muerto".

Muchas son las frases que me encantan de esta obra de arte, pero los que me conocéis sabéis que me quedo con esta: "No nos ocurre nada que no estemos preparados para soportar". Desde siempre ese ha sido mi lema. Puede ser cierto o no, pero es un buen lema. Yo prefiero creer que es verdad y que por eso sigo luchando como Máximo. Sigo luchando contra pronóstico difíciles, contra rivales mayores e incluso con alguna trampa del destino, que dicho sea nunca lo puso fácil.

Después de tantas veces vista la película, me sigo preguntando qué hubiera pasado si Máximo hubiera jurado lealtad a Cómodo, pero si lo hubiera hecho no sería el Máximo que yo siempre quise ser.

Sé que tras luchar me espera el destino de Máximo, pero aún así siempre quise ser él. Está claro que ya no podré ser el héroe de nadie, ni siquiera me mantendría en pie en una batalla pero siempre me quedará Máximo para mirarme en el espejo. Siempre me quedará él.

Dice también dicha película que "lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad", no creo que mi eco resuene demasiado fuerte en esa eternidad, pero al menos moriré luchando. Ganas, lucha y esfuerzo. Lo que tenga que venir vendrá. Sea cual sea el final, yo siempre quise ser Máximo.