miércoles, 18 de abril de 2012

Recuerdos. Toledo (Planta.Parte II)

Después de mi cumpleaños todo fue muy normal el resto de verano. Me perdí las fiestas de mi pueblo por primera vez en los 21 años que tenía, pero bueno, todo no se puede tener y menos en el lugar que estaba.

Seguía con la rehabilitación diaria con Alicia, pero a David se le acabó la sustitución y me pusieron a otra físio más mayor con la que el buen rollo no era tanto ya que tenía otras preocupaciones.

Cuando digo que hacía rehabilitación lo digo por decir algo, porque la atención de los físios era mínima. Demasiados pacientes en el mismo horario para tan pocos profesiones con lo que la mayor parte del tiempo de los 45/50 minutos lo pasaba solo haciendo pesas. La parte buena era la terapia que Alicia me dejaba quedarme todo el tiempo que quisiera ya que ella me ponía los "juegos" y yo los hacía solo. Normalmente pasaba sobre hora y media o dos horas, y además tuve la suerte de hacer amistad con más terapeutas jóvenes y había un buen rollo impresionante, incluso una de ella se caso y me llevo un puro de su boda.

Tampoco es que avanzara mucho la verdad. Iba cogiendo manejo con los brazos e incluso agarra cosas como por ejemplo una lata de Coca-Cola, pero imaginad la poca fuerza que tenía que para llevarmela a la boca me la tenía que acercar con los dos brazos.

Un día antes de terminar el verano mi madre se empeño en que me metiese en la piscina exterior con mi hermano. La experiencia no me gustó, pero gracias a meterme ese día me quité el miedo al agua y ahora "nado" cuando surge la ocasión.

Ya os he contado que la doctora Alcaraz me hacía la vida totalmente imposible para que su pronostico fuera acertado. Pues bien llegó un punto en el cual ni siquiera me veía en la habitación ni en su despacho sino en el pasillo y si nos encontrábamos.

Un día ya casi al final de mi estancia allí, descubrí que empezaba a mover un dedo de la mano derecha. Para mí fue un ilusión tremenda y fui a decírselo a la doctora. Su respuesta: "No te ilusiones, quizás en 10 años muevas otro". Golpe enorme el que me supuso esa contestación y se me quitaron las ganas de todo, pero suerte que mi madre me animó y pronto volví a tenerlas.

Ya en Diciembre y sabiendo que me iban a dar el alta, Alicia me propuso que pasará las Navidades en casa y que volviese en Enero durante un mes ya que habían salido unas técnicas nuevas para aprender a vestirse y quería enseñármelas. 

Adivinad quién se opuso, exacto la doctora Alcaraz, que encima si le dio esa oportunidad a un compañero de habitación. Esto no sentó muy bien a mi madre y pedimos el alta una semana antes de lo que tenía firmado dicha doctora.

Justo el día antes de salir del Hospital, tuve el placer de que me entrevistara el Norte de Castilla en el jardín del Hospital.

Poco más que contar aunque seguro que me dejo algo, pero han pasado 5 años y no me puedo acordar de todo. Ahora solamente quedaba la vuelta a casa.

3 comentarios:

  1. Me encanta tu historia. Eres un tío fuerte. Ánimo!

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  2. Sigue escribiendo Antonio, eres un ejemplo para gente que tenga problemas. Enhorabuena.

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  3. Gracias a ti em estoy dando cuenta de que si no luchas y echas cojones a la vida..te come!! eres genial y lo sabes =)

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